No sé si recordaréis que hace unos meses decidí desterrar al pollo durante un tiempo de mi cocina, porque lo había preparado de tantas maneras que temía acabar cogiéndolo manía. Lo que pasa es que el otro día mi carnicero me sedujo con una buena oferta y acabé llevándome un hermoso ejemplar a casa.
Con las pechugas preparé una clásica ensalada césar, pero con el resto no sabía muy bien que hacer. Buscando mi siempre socorrida receta de pollo a la mostaza, google me sugirió que hiciera pollo a la crema, así que tras flagelarme por no habérseme ocurrido antes, me puse a ello.
Ingredientes para 2 o 3 personas
1 pollo despiezado (menos las pechugas), 2 cebollas, 4 patatas, 3 o 4 zanahorias, 1/2 vaso de vino blanco, 400ml de nata para cocinar, sal, aceite y pimienta.
Cómo hacer pollo a la crema
Antes de pasar a la acción, comenzamos limpiando y cortando el pollo en trozos más pequeños (salvo que ya os lo haya hecho el carnicero). Separamos los muslos de los cuartos traseros y retiramos el costillar de las alas. También limpiamos la piel para que no queden restos de pelos.
Con el pollo troceado y salpimentado, ponemos un chorro de aceite a calentar en una sartén grande, en la que doraremos bien las piezas por ambas caras. Luego retiramos el pollo y añadimos la cebolla en juliana y las zanahorias pelada y cortadas en rodajas.
Salteamos un buen rato, volvemos a poner el pollo, vertemos el vino blanco, bajamos un poco el fuego y dejamos que se haga con sartén tapada durante 25-30 minutos. Cuando el pollo esté tierno, añadimos la nata líquida, ajustamos de sal y, si os va la marcha, una cucharadita pequeña de concentrado de carne.
Bajamos el fuego al mínimo y dejamos que la salsa espese. Para servir podemos acompañar el pollo a la crema con unas patatas fritas cortadas en dados que le van de maravilla, o incluso podemos añadirlas junto con el resto de verduras al cocer el pollo.
Tiempo de elaboración | 45 minutos Dificultad | Fácil
debemos cuidar que no se convierta en chicharon de pollo
Degustación
El pollo a la crema sorprende por su gran sabor, con una salsa muy rica y llena de matices que no resulta en absoluto pesada. Además, es una receta muy fácil y bastante rápida de preparar, así que podemos disfrutar de ella en cualquier momento.
